Esta entrada la tenía preparada para el día Día del Libro pero entre una cosas y otras no la he podido publicar.
Este cuadro de Pablo Picasso les ha resultado “raro” ya que la forma de dibujar con figuras geométricas la conocen menos, aunque Adrián de vez en cuando nos cuenta que en casa de su abuela tiene pinturas parecidas. Ya saben que este tipo de cuadros son cubistas.
Pero lo que más me interesa de este cuadro no es la técnica ni la composición sino lo que les sugiere. Dicen lo siguiente:
* Es una mamá y una hija que están durmiendo (Óscar)
* No. No duermen. Están tristes (Aurora)
* Si duermen. Tienen los ojos cerrados (Borja)
*No duermen porque están de pie (Gabriela)
*Están leyendo porque tienen un libro en la mesa (Adrián)
*Es una historia triste (Aurora)
*Pero no pasa nada porque está con su mamá (Aurora)
…
A partir de aquí hablamos de la lectura, lo que leemos y sobre todo con quién leemos. Y es que a estas edades es muy importante ese ratito indescriptible en el que nos acurrucamos para leerles o contarles una historia. Esos momentos no tienen precio. Es aquí donde se forja el amor por la lectura. La lectura y las emociones están muy relacionadas ya que a través de ella nos enfadamos, nos entristecemos, imaginamos, sufrimos, nos inquietamos, aprendemos, nos evadimos…
Preciosa y particular elección para trabajar pintura, lectura y emociones.
Me apasiona leer. No hay mejor manera de imaginar y emocionarse.