Cuando comenzamos este proyecto, y tras realizar las asambleas de lo que queríamos aprender y lo que íbamos a hacer, lo tenían claro: queremos ir de camping. Y yo tomé nota de esta sugerencia, y aunque al principio me pareció una actividad nada fácil, pensé: el que no arriesga, no progresa.
Mi mayor duda: ¿las familias confiarán en esta propuesta?
Ya hace bastantes años, realizamos otra experiencia como esta en el colegio de Holguera, gracias al director Pedro Escribano y sus maravillosas ideas. Y además , con la participación de todos los grupos y docentes. Una vivencia que no olvidaré jamás. y también recuerdo la cara de alegría de mi hija pequeña cuando realizó esta actividad en el CEIP Alba Plata hace algunos años con su maestro Javier Rubio.
La seguridad es lo más importante, así que decidí hacer esta mini acampada en el patio del recinto escolar, preparando actividades variadas para alegrar la tarde-noche de los peques.
Realizamos juegos de agua, baile, un circuito con bicicletas y patinetes, pintamos una medalla de campista, hicimos un juego de pistas nocturno. Un campamento lleno de vida.
El momento de la cena les encantó y estaban pletóricos.
Pero lo que estaban deseando era poder estar dentro de las tiendas, aunque la realidad es que estaban tan cansados que no tardaron en dormirse, Eso sí, antes la seño María tuvo que cantar una canción e inventarse un cuento para que la rutina previa a dormir fuese perfecta.
Aquí están dormidos, aunque ya alguno comienza a abrir los ojos…
Muchas gracias a las familias por confiar en mí y sobre todo a mi hija Lucía que muy generosamente vino a echarme una mano.