Miro el aula vacía; son muchas las emociones que tengo a sólo un día de comenzar las clases: ilusión, nerviosismo, curiosidad, y, ¿por qué no?, también un poco de nostalgia por este verano que se nos acaba poco a poco.
Durante estos primeros días de septiembre he retomado mi trabajo con energía y fuerza renovada. Como todos los años y siempre por estas fechas tengo dos objetivos prioritarios: hacer de mi clase un lugar acogedor y plantear mi Programación de Aula.
Siempre me ha parecido muy importante dedicarle a la clase, como espacio en el que los alumnos/as pasan la mayor parte del horario escolar, mi tiempo, esfuerzo y un poquito de imaginación.
No todos los colegios ni todas las clases tienen los espacios y los materiales que deberían tener y con muy poco dinero, un poquito de ilusión y alguna idea revoloteando en la mente, podemos hacer del aula un lugar distinto. Los niños y niñas se merecen no sólo un lugar digno, seguro y saludable, sino un lugar bonito, cálido, y sobre todo, PENSADO.
En mis paseos de las tardes de primavera, de verano, de otoño, de invierno, ya sea sola, acompañada, cargada, liviana, voy siempre con los ojos bién abiertos, observando lo que PUEDE SERVIR, lo que puedo REUTILIZAR: una caja de cartón grande, envases de cualquier tipo, papeles, expositores, juguetes tirados…casi todo SIRVE. Sólo hay que mirar con otros ojos.
Y de esta forma enseñamos también el valor del trabajo compartido, el valor del cuidado a la Naturaleza, el valor de consumo responsable. Porque esto, aunque muchos no lo sepan, se enseña en la Escuela. Sobre todo en la Escuela Infantil.
Los espacios los diseño mil veces en mi cabeza, hago esquemáticos planos en papeles viejos, muevo muebles, sillas, mesas…hasta que consigo hallar la mejor distribución.
Espacios fijos, espacios flexibles, espacios que permitan jugar, descansar, bailar, leer, soñar, trabajar, espacios para la intimidad, para compartir, en definitiva, espacios para APRENDER.
Este es mi tercer año con el mismo grupo de niños y niñas. Es el año de la despedida, de seguir sembrando, acompañando, sorprendiendo, motivando y recogiendo. Porque si de algo estoy segura es de que yo recibo más de lo que doy.
¡Es lo bueno de ser una Seño de Infantil!
SILENCIO, CALMA….
¡MAÑANA TODO SERÁ DISTINTO!
Me encanta tu trabajo, tienes ideas que efectivamente vienen de lejos pero has sido capaz de hacerlo, verbalizarlo, llevarlo a la práctica y ahora ofrecerlo al resto de compañeros que tengan inquietudes parecidas.
Sabiendo la dificultad de trabajar en un espacio antiguo, sin recursos, olvidado de la administración para ponerlo a punto cada curso, tu consigues transformarlo en una escuela de vanguardia.
Felicidades María
Muchas gracias.Es un priviligio recibir mi primer comentario de una maestra con tanta experiencia. Todavía soy una aprendiz. Como diría un amigo común: Ser para llegar a serlo.