Hemos comenzado el curso con un pequeño cambio: nueva aula. A simple vista parece casi igual que la del año pasado, pero tiene una diferencia importante… ¡no tiene baño dentro! Y lo cierto es que se nota bastante, ya que disponer de él en el aula facilita muchas actividades y, sobre todo, nos permite un mayor control sobre los peques.
Estos primeros días están siendo de reajuste y de volver poco a poco a las rutinas del colegio. Nos está costando un poquito, especialmente respetar el turno de palabra. Todos tienen muchas ganas de hablar y de contarnos lo que han vivido durante el verano, y ¡es normal!
También hemos aprovechado la ocasión para celebrar el Día del Punto, realizando un mural que ya luce en el pasillo. Además, hemos decorado las cortinas (aunque aún no las hemos colgado, eso llegará en breve).
Otra de las novedades es que hemos iniciado los rincones o estaciones de aprendizaje. Suponen todo un reto, ya que en ellos coinciden muchas actividades a la vez y necesitamos estar muy atentos, moviéndonos de un lado a otro constantemente.
No ha faltado tampoco un ratito de huerto: lo hemos limpiado un poco, hemos recolectado algunos tomates y, como cierre de estos primeros días, estamos elaborando un mapa mental con imágenes sobre nuestras vacaciones.
Esta semana hemos iniciado también nuestro primer cuaderno de clase. En él iremos realizando muchas tareas individuales, que nos permitirán poner en práctica lo que vamos aprendiendo día a día.
El cuaderno nos acompañará a lo largo del curso como un espacio personal de trabajo, donde cada niño y cada niña podrá expresarse, practicar y avanzar a su ritmo.
















