Renovarse o morir.
Cada curso escolar es para mí una experiencia totalmente nueva. Ese es el principal motivo por el que desde hace muchos años trabajo con la metodología de proyectos.
¿Y ESO qué es?, preguntarán muchos.
No es nada nuevo. Hace mucho que existe, pero desgraciadamente son pocos los maestros y maestras que lo ponen en práctica: por desconocimiento, por inseguridad, por la comodidad que te ofrecen los libros de texto, por miedo a lo que opinen los demás, por las dudas que te genera lo desconocido y por la desconfianza que se genera a tu alrededor por salirte de la ruta establecida socialmente.
Precisamente hace pocos días el ministro Wert hace unas declaraciones como si esto fuese un descubrimiento.
Ya a mediados del siglo XX, el pedagogo Jhon Dewey y otros muchos con sus teorías del aprendizaje nos habian alumbrado el camino, pero a veces es más cómodo no ver.
Desde mis comienzos como maestra, allá por el año 1994, he ido modificando mi metodología de trabajo y al finalizar cada curso escolar siempre he experimentado la misma sensación: seguir buscando, seguir indagando para acertar con la fórmula mágica de la educación. Por ahora sigo sin encontrarla, pero sigo con la profunda convicción de no perder el norte: que todo aquello que hago en el aula sea MOTIVADOR para los niños y niñas, que parta de sus intereses, y que no esté desligado de la vida real para poder hacer de ellos alumnos/as COMPETENTES.
La escuela y la vida deben ir de la mano.
Trabajar de forma tradicional, sólo a través de libros de texto y atendiendo fundamentelmente a los resultados me ha provocado año tras año una gran insatisfacción, además de un gran aburrimiento. Y esto, queramos o no, se lo trasmitimos a nuestro alumnado. Es realmente triste aburrirse en la escuela.
Trabajar por Proyectos NO ES FÁCIL. Te puedes desorientar con mucha facilidad. Por ello, hay que tener muy claros cuales son los OBJETIVOS a conseguir y estar abierta al PROCESO que se genera para conseguirlos.
Lo más importante a la hora de trabajar de esta forma forma es hacer CÓMPLICES a las familias ya que ellas van a ser una parte importantísima en la larga caminata del aprendizaje.
Cuando te embarcas en esta AVENTURA (porque, créeme, ésta es toda una aventura) tienes que estar dispuesto/a a trabajar, buscar, equivocarte y volver a empezar.
Pero con la ILUSIÓN no es suficiente. Es necesario que la Escuela esté dotada de personal PREPARADO y adecuado a la ratio de las clases y por supuesto con un buen banco de recursos: biblioteca escolar VIVA, bién equipada, medios informáticos actualizados, etc. Tal y como se está conformando el panorama educativo actual con la nueva Ley de Educación y los costantes recortes educativos tenemos mucho en contra.
Para los que desconozcan esta metodología de trabajo aquí les doy unas breves pinceladas. Más adelante y en nuevas entradas las iré desarrollando.
La estructura de los proyectos que se trabajan en el aula es muy parecida:
1
“QUEREMOS CONOCER…” ELECCIÓN DEL TEMA: VOTACIÓN.
2
¿QUÉ SABEMOS DEL TEMA ELEGIDO?
3
¿QUÉ QUEREMOS SABER?
4
BÚSQUEDA DE INFORMACIÓN
5
ORGANIZACIÓN DE lA INFORMACIÓN
6
PREPARACIÓN DE LAS ACTIVIDADES
7
EXPOSICIÓN DE RESULTADOS Y TRABAJOS.
8
EVALUACIÓN DEL PROYECTO
En muchas ocasiones quiero tirar la toalla, pero artículos como éste me hacen sentir que NO ESTOY SOLA.
Y AHORA… CHICOS, CHICAS…
¿QUÉ QUEREMOS APRENDER?