Desde hace varios años estamos realizando actividades para fomentar la igualdad de género, entendida ésta no como el que todos y todas somos iguales, sino como la igualdad en derechos y oportunidades.
La escuela es un espacio de convivencia muy especial y es importante promover juegos coeducativos y cooperativos.
El tiempo dedicado al recreo es ocasiones se acota a unos pocos “niños” (normalmente) utilizando un gran espacio para jugar al futbol y al resto en los extremos. Con ello no quiero decir que el futbol sea negativo, sino que está tan inmerso en nuestra sociedad que a veces parece que no existan otro tipo de juegos.
Es por esta razón que hemos iniciado en el cole una iniciativa para consensuar entre todos y todas una nueva forma de estar en el patio escolar y así satisfacer todos los gustos, respetando por un lado la individualidad de cada niño y niña y fomentando por otro lado juegos cooperativos y coeducativos.
Para ello necesitamos la colaboración de todos los agentes educativos así que empezamos por enviar a las familias este folleto informativo en forma de tríptico. Es para fotocopiar a doble cara y plegar.
También les hemos entregado esta ficha para que recopilen en casa aquellos juegos que puedan ser de interés para el patio:
Y ahora en clase somos los docentes, los encargados de dialogar con los niños y niñas para escuchar aquello que les molesta del uso del patio, lo que les gusta, cómo les gustaría tenerlo, qué cambiarían de lo que hacen, qué les gusta de lo que hacen pero si “hurgan” un poquito reconocen que no es positivo para avanzar en la sociedad.
En mi clase hemos iniciado esta asamblea con este cuento tan bonito de Adela Turín y Nella Bosnia:
Muchos de vosotros lo conoceréis. Este que tenemos en la biblioteca de cole es de una edición antigua, pero en Kalandraka tienen una edición actualizada.
Margarita es una elefantita que ha nacido en una manada de elefantes grises y elefantas rosas. Los elefantes juegan en la charca, salen de la cerca, retozan, descansan y se divierten, mientras que las elefantas se quedan dentro de la cerca, aburridas, comiendo flores rosas para tener una piel suave y rosada y además tienen que llevar zapatos, collar y lazo ya que de no ser así no gustarán a los elefantes y así se lo hacen saber su padre y su madre. Pero Margarita es diferente, es decidida, audaz, valiente…no quiere estar en la cerca.
Los peques escucharon atentamente el cuento y hablamos mucho rato sobre qué les parecía. Fue muy interesante.
Después vimos en clase este video:
En fin, creo que si todos y todas nos esforzamos un poquito podemos conseguir un patio escolar que sea el preámbulo de la sociedad a la que aspiramos.
Y estos enlaces nos pueden servir de ayuda para ir pensando en nuestro nuevo patio escolar:
Patios coeducativos para transformar la sociedad.
Los patios de recreo: lugares para aprender.