Hoy lunes hemos celebrado en clase el último cumpleaños del curso escolar.
Gonzalo, el grandullón de clase, ya tiene cuatro añitos.
Es curioso como a esta edad confunden el tamaño corporal con la edad; nada más hay que comparar a unos y otros. Pero nada, que no entienden que uno puede ser grande y de menor edad, o al contrario (que me lo digan a mí, je, je)
Gonzalo es pura sensibilidad, con todo lo grande que es. Todo lo vive a lo grande.
Hoy ha entrado más contento de lo normal y ha esperado estoicamente el comienzo de la fiesta.
Se han comido una dulce tarta, le he dado cuatro tirones de orejas (y uno de regalo) y ha repartido una bolsita de caramelos. ¡Lástima que las fotos me hayan salido movidas!
¡Felicidades, Gonzalo!
Pero esto no acaba aquí. Todavía tenemos que celebrar los cumpleaños de los que cumplen los años en el verano. Así que haremos una fiesta comunitaria la última semana de clase para festejar los cumpleaños de Gabriela, Cristina, Alba, Adrián y Diego.
¡¡¡Qué ganas tenía de que llegara el 8 de junio!!! No hay más que verle la cara. Está contentísimo. ¡Le ha encantado celebrar el cumple con sus compañeros!
Todos desean que llegue este día. Ser protagonistas es algo que gusta mucho y necesitan ser centro de atención aunque sea por un ratito.