Ya nos queda menos para terminar este proyecto y continuamos aprendiendo y decubriendo más cositas de estos grandes animales.
Algunos han visto que en los libros de dinosaurios de la biblioteca de aula había imágenes de nidos con huevos. Nosotros hemos querido tener un nido dentro de clase y ver si nace alguno más. Hemos hecho uno muy grande, similar a los huevos originales, y otros más pequeños con plastilina. Y es que los dinosaurios nacían de huevos que eran muy duros.
A falta de huevos de dinosaurio, de avestruz o de oca, me he conformado con unos huevos de gallina y de codorniz para que comparasen los tamaños y pudiesen tocarlos por dentro.
Después de todo lo que hemos visto y tocado, esta ficha que han hecho les ha salido muy bien y no les ha costado ningún trabajo.
Desde hace algún tiempo estábamos esperando a que los niños mayores del tercer ciclo de primaria vinieran a resolver la pregunta de Gabriela y hemos recibido dos visitas que nos han despejado la incognita: la de Héctor Gago y Héctor Jorge (creo que se apellidan así). Los han escuchado muy atentamente y lo han hecho fenomenal. No hay público más exigente que el de los niños y niñas pequeños.
Nos han dado más información sobre estos reptiles, como que tenían la piel muy dura y formada por escamas, así que hemos aprovechado y le hemos cubierto a Aladar el cuerpo de trocitos de papel..
Nos han contado que los cientificos creen que desaparecieron hace mucho tiempo por la caída de un gran meteorito que los dejó sin agua, sin comida y sin aire para respirar.
Nos han hablado de unas personas muy importantes que buscan huesos de dinosaurio debajo de la tierra; tienen un nombre muy difícil: PALEONTÓLOGOS.