¡Pero qué bien me lo paso en clase! ¡Qué suerte tengo con este trabajo!
Esta semana me he divertido mucho gracias al inicio del nuevo proyecto. Como ya sabéis, Gabriela me planteó la semana pasada una pregunta:
– ¿Seño, existen los dinosaurios?
De principio pensé en responder, pero opté por otra vía menos fácil, pero más educativa y divertida.
-Pregúntale a tus compañeros y así sabremos lo que ellos opinan.
Y eso hicimos. Las respuestas estaban muy divididas y para poder reflejarlo en un papel, cada niño se llevó para casa la pregunta para que sus padres escribieran la respuesta que ellos diesen (sin darles información previa).
Escribimos los nombres en la pizarra y contamos cuántas respuestas había de cada tipo: 9: Sí y 13: No
Alguno quería cambiar de opinión en el último momento, ji, ji.
De esta forma hemos aprendido a diferenciar las palabras SI y NO, además de los números.
Puesto que no nos poníamos de acuerdo decidí que lo mejor sería pedir ayuda a los más mayores del colegio, a los alumnos y alumnas de 5º y 6º.
¿Nos ayudaron a resolver el enigma?
Tanto en una clase como en otra nos encontramos con opiniones contrarias, justificadas incluso. Así que nos volvimos a clase con un lío tremendo en la cabeza.
Hemos quedado con los alumnos de ambos grupos para que colaboren en esta investigación y puedan ayudar a los peques. Seguro que todos aprendemos cosas nuevas. Le damos las gracias de antemano a la seño Montaña, Maria José y Venancio.
Mientras tanto, continuamos con nuestro proyecto, así que en la asamblea del miércoles estuvimos hablando sobre lo que sabemos acerca de los dinosaurios y huvo todo un despliegue de ideas:
Son animales (Aitana)
Si existen (Laura)
No existen (Juan Carlos)
Comen hojas (Aurora)
Comen hormiguitas (Aitana)
Viven en cuevas (Aitana)
Viven en el campo (Adrián)
En mi campo hay dinosaurios. Yo los he visto (Érik)
También hay dinosaurios pequeños (Borja)
Los dinosaurios en sus fiestas tienen globos, colchonetas, castillos… (Aurora)
Los dinosaurios no tienen fiestas porque son muy peligrosos (Borja)
Algunos son buenos (Aurora)
Los malos no hacen fiestas y los buenos pueden entrar (Aurora)
Están debajo de la tierra (Ërick)
Dice mi padre que cuando estaban en la Tierra, vino una piedra muy grandísima de Madrid y los chafó. Ahora están dormiditos. (Gabriela)
Tienen cola larga y cuello largo (Rocío)
Viven en los cuentos (Juan Carlos)
¡Menuda asamblea tuvimos y lo bien que me lo pasé!
Esto es lo que más me gusta de los niños y niñas de esta edad; les cuesta diferenciar en ocasiones la fantasía de la realidad (de ahí los terrores nocturnos). Esta distinción entre la realidad y la fantasía, entre el mundo que existe y lo que se imaginan, no está tan clara en los niños, e incluso a veces la confunden.
Cuando les pregunto sobre cualquier hecho, en este caso los dinosaurios, vemos respuestas fabuladas que no tienen nada que ver con la realidad.
Fantasía y realidad a esta edad son las dos caras de la misma moneda y me tengo que aprovechar de ellas para que aprendan la realidad y disfruten con sus juegos simbólicos cargados de fantasía.
Jugar es la mejor manera de aprender.
A los papis y mamis les hemos mandado hoy unas huellas de dinosaurios con la información de lo que vamos a prender.
Por cierto, también tuvimos una lluvía de ideas sobre lo que ellos pensaban que eran los dibujos: guantes, hojas, manos, pies; no se han alejado mucho de la realidad.
Ya sabéis, familias, ¡animaos a participar!
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