Es inevitable. Esta fiesta gusta a la mayoría de niños y niñas.
Hoy va a ser un día dedicado a los fantasmas: aprendemos una poesía sobre un fantasma algo peculiar.
“En un castillo viejo
vive un fantasma
que a asustar a la gente
nadie le gana.
Una chilaba blanca
una cadena gorda,
una vela en la mano
y pasea a todas horas.
Es muy feo, pati largo
medio cojo y con un ojo.
Es muy feo, pati largo
y parece medio tonto.
¡A dormir, a dormir,
que el fantasma va a venir!
Hemos convertido hojas de otoño en fantasmillas:
Y hemos confeccionado unos pequeños fantasmas con una servilleta, una bola de papel aluminio y una goma: ¡Qué susto!
Cada uno ha vivido sus miedos de una forma diferente: se han enfrentado a ellos mirándolos a la cara, los han mirado de reojo, a hurtadillas, han intentado controlar el llanto e incluso algunos/as han llorado desconsolados. Hoy han vivido muchas sorpresas “típicas de este día”. Otro aprendizaje más para la vida.