Aunque al principio les costó entender que los egipcios tenían otra forma de escribir, enseguida captaron la idea y poco a poco fueron aprendiendo a “traducir” palabras sencillas, incluso frases.
Los egipcios no tenían un alfabeto tal y como nosotros lo entendemos, ni tampoco vocales. Una de sus formas de escritura eran los jeroglíficos.
Para los niños hay muchos alfabetos simplificados. A mi me gusta este que he modificado un poco para que puedan colorear:
Les ha gustado mucho escribir e incluso algunos han sido capaces de aprender todos los iconos y la letra correspondiente para poder hacer sus traducciones sin mirar.
Todos han escrito su nombre muchas veces y hasta lo han dibujado.
Para ello han utilizado un cartucho egipcio o shenu que es una figura ovalada y anudada en un extremo para rodear el nombre del faraón. Esta figura simbolizaba la protección del faraón hasta la eternidad, pero también podía servir para delimitar el principio y el fin de un escrito.
Han conocido la piedra de Rossetta, piedra descubierta por Champollion y gracias a la cual se ha podido investigar sobre el lenguaje egipcio y su forma de vida.